El cuento de Kona y el Escandium

En Kona tenemos un montón de materiales a nuestra disposición cuando se trata de diseñar y  construir bicicletas. Y a lo largo de los años se podría decir que los hemos probado todos: acero,  titanio, fibra de carbono, aluminio, lo que sea. Pero cuando se trata de aplicar nuestros valores a las virtudes de prestación de nuestras bicis  (innovación, función, durabilidad y mucha diversión) hemos visto que hay un material en especial que  desempeña esta función excepcionalmente bien. De los elementos raros, el Escandio es el octavo más  abundante. El Escandio, metal plateado blanquecino que se extrae de la corteza terrestre, es un potente refinador  de grano que al añadirse a aleaciones de aluminio  aumenta la resistencia y durabilidad del metal en un 50 %.  Estas propiedades las obtienen “enderezando” los granos  de la aleación y consiguiendo que el metal sea menos  susceptible al fracaso. Fueron los astutos rusos  durante la Guerra Fría los  primeros a utilizarlo y fue en  la construcción de aletas de  dirección de misiles ya que  las aleaciones de Escandio  resistían a fuerzas increíbles  sin sufrir daño alguno, incluso cuando lanzaban los misiles a través del casquete glaciar polar. Las aleaciones de Escandio se convirtieron en un punto fuerte de los aviones de construcción  rusa puesto que les proporcionaban increíble peso, manejabilidad y ventajas de alcance.
	Y es esta resistencia y durabilidad lo que hace que las aleaciones de  Escandio sean un material tan atractivo para la construcción de bicicletas.  Su resistencia es talmente mayor (la aleación de Escandio es el doble de  fuerte que un aluminio 6061 ó 7005) que podemos usar mucha menos cantidad de material y obtener las mismas características de montado  que el acero. Aunque nos gusta la textura sexy y manipulable del acero,  con el Escandio conseguimos reducir el peso de nuestros cuadros de  aluminio de un 10% a un 15%. Si te fijas en la historia de los materiales que hemos utilizado en nuestras  bicis verás que éramos una empresa de bicis de acero. Tardamos en  pasar a los cuadros de aluminio porque nos parecía que las características  de montado del aluminio en bicis de montaña no eran buenas en los  diseños de cuadros anteriores al uso de suspensión. La tecnología  de suspensión nos permitió eliminar la dureza de montar con marcos  de aluminio y pasó a ser el material predilecto de Kona (como para  la mayoría de la industria ciclista).
Está bastante claro que cuando se trata de materiales ligeros de alto rendimiento la mayoría de la industria  ciclista se decanta por la fibra de carbono. Uno de los desafíos de diseñar bicis es el conflicto que existe entre  los diseños a gusto del consumidor y los funcionales. El consumidor pide más productos de carbono, pero las  plataformas de bicicleta de montaña exigen algo más duradero. Estimamos que para que un marco de carbono  tuviera la resistencia que requiere una bici de montaña tendríamos que usar tanto material que la haría más  pesada que el mismo marco hecho de Escandio. De hecho, nuestra nueva bici cyclo-cross hecha de Escandio  es más ligera que nuestros modelos de fibra de carbono.
Esto junto con características de absorción de impacto de las aleaciones de Escandio y su durabilidad a largo  plazo, son las razones principales por las que ha pasado a ser nuestro material de predilección en la mayoría  de nuestras bicis de alta calidad.

Desde que empezamos a usar aleaciones  de Escandio en 2001 hemos ido aumentando  su uso en nuestras gamas. Este año tenemos  15 bicis de Escandio en nuestra gama. El año  que viene tendremos más. Es ligero, resistente  e increíblemente duradero. Además presenta  unas características de montado excepcionales,  de alta calidad y manejabilidad, que absorben impactos y vibraciones mientras mantiene la  firmeza en las zonas más críticas.  Una auténtica preciosidad.